Análisis de los medios

Las fake news son un mal común que se ha ido extendiendo alrededor de toda la sociedad. Como conjunto que se relaciona e interactúa entre sí, es muy sencillo escurrir el bulto y focalizar esta problemática en aquellas personas que se dedican laboralmente a este campo, sin embargo, como parte de esta sociedad, todas aquellas personas que extienden los rumores y las fake news pese a no haberlas contrastado, también tienen una gran parte de culpa durante todo este proceso.

No importa cuál sea el campo que queramos tratar, nada escapa a la manipulación de las fake news, especialmente con la evolución tecnológica que experimentamos hoy en día. Dicha evolución amplía el rango de posibilidades por las cuáles la información no veraz se puede expandir, ya que no únicamente nos referimos al medio de comunicación o red social, si no que además pueden darse casos donde la manipulación se dé a través de retoques fotográficos, de audio y un largo etcétera que dificulta todavía más esta ya de por sí, compleja situación. Indudablemente hay un gran efecto que ha provocado la viralización y el aumento de noticias falsas, pero a su vez, es ese mismo elemento que tanto nos facilita la vida aportándonos un sinfín de alternativas y recursos, nos referimos a internet.

Internet es una plataforma que nos ha permitido a todos ser escuchados, leídos o admirados sin llegar a importar el nivel de estudios, formación o conocimiento que tengamos sobre un determinado tema. El término “viral” e internet, son dos conceptos que van de la mano y que, cuanta más repercusión tenga, más posibilidades se tienen de que tu mensaje llegue a un mayor número de personas. A su vez, los internautas que surfean por la red, están sesgados o divididos por su ideología o sus creencias, lo que va a provocar que compartan y consuman un tipo predeterminado de medios e información, limitando su conocimiento a lo que ellos creen que es veraz. Esta situación provoca una espiral de ignorancia que es confundida con sabiduría y tirando de refranero español, “no hay mayor ciego que aquel que no quiere ver”.

Las noticias falsas se encuentran presentes (aunque es cierto que en mayor o menor medida) en todos los medios existentes, no obstante, vamos a pasar a organizar aquellos medios donde aparecen más noticias falsas y porqué:

Radio

La radio es uno de los medios de comunicación más fiables que puede haber. Claro ejemplo se dio durante una de las épocas más turbias y críticas que se han experimentado durante las últimas décadas, la pandemia y el confinamiento. Durante la época del confinamiento el consumo en radio se disparó, ya que tras este medio, había una gran cantidades de profesionales que se esforzaban en realizar el trabajo de un verdadero comunicador de medios, buscar información veraz y contrastar toda aquella noticia cuanto menos dudosa.

Por eso, como mencionó el director de COPE Cataluña y Andorra, Jordi Casoliva, la tentación de difundir noticias distorsionadas o falsas sería letal para el medio: “Si la radio hace fake news, muere”. También cabe destacar, que la radio ha aguantado todo tipo de envites y evoluciones, es un perfecto ejemplo de medio que la gente creía que iba  aquedar obsoleta debido a todos los cambios e innovaciones que se dan en el mundo a diario, pero ha sabido proporcionar esa particular característica que otros medios no saben desarrollar o al menos llevarlo a la práctica, la compañía.

La radio fue capaz de sobreponerse a la televisión, así como la popularización de otros medios como las redes sociales, además, ha sabido adaptarse perfectamente a la variedad de sus públicas y al ámbito tecnológico. Observemos los casos de la radio digital y los podcasts, estos son un perfecto ejemplo de como fraccionar al público por gustos o edades a la vez que ofrecen una mayor cantidad de posibilidades a la hora de consumir programas de radio, ya que no es necesaria la presencia de una radio física como antaño.

No obstante, el mayor halago que se le puede hacer a la radio, es su perfil. Como Casoliva bien confirmó, el perfil que se busca en la radio es el de “comunicadores, que es el valor diferencial que ofrece respecto a otro tipo de plataformas de contenidos”. Para comunicar bien es preciso “no hacerlo nunca pensando en uno mismo, sino en cómo ofrecer ganchos reconocibles para poder colocar el mensaje que te interesa”.  

Prensa y televisión

Estos dos medios deben ser tratados por igual hasta cierto punto, y ahora desarrollaremos el porqué. A diferencia que en la radio, donde los contenidos se encuentran más entremezclados a no ser que se trate de un boletín deportivo, en prensa y televisión existen una mayor diversificación de contenidos y temáticas, y lo más importante, es que dichas temáticas tienen sus espacios fraccionados y divididos, con un periodo de tiempo (en el caso de la televisión) o apartados/revistas (en el caso de la prensa impresa) exclusivos para ello.

Hay un tipo de prensa que claramente vive de los bulos, noticias falsas o poco verídicas y rumores, esta es la prensa rosa o del corazón.  Este tipo de programas de televisión o revistas, basan todas sus horas de contenido en indagar en la vida de los demás, jugando con la incertidumbre y las posibles consecuencias que derivarían de esas situaciones generadas desde la incertidumbre, basando su actividad profesional en la mentira.

Muy diferente es sin embargo, aquellos ámbitos que tratan las noticias de forma rigurosa y especializada, conociendo de antemano que su objetivo y función es informar, como por ejemplo los periódicos o los telediarios, el nivel de veracidad y tratamiento que se le da a los bulos es nulo y aquellos que son dignos de ser mencionados, son catalogados de antemano como tal, por lo que no dan lugar a dudas o incertidumbre.

Redes sociales

La mayoría de los internautas, así como la población coinciden en que la mayoría de reportes e información falsa provienen de las redes sociales. Todos conocemos y observamos en redes sociales como Twitter o Facebook lo que más veracidad  y repercusión genera a la hora de ver una noticia es el número de personas que la han compartido, provocando de esta forma que se dicha idea o reporte que se ha tratado cale de manera más honda en tus adentros.

Pero además, debemos considerar otro tipo de apps que están mucho más presentes en nuestras vidas y no se les da la importancia necesaria, como por ejemplo Whatsapp o Telegram. Estas dos aplicaciones (la segunda en menor medida debido a su baja popularidad) son la principal vía de comunicación que tenemos con nuestro entorno, la manera más inmediata de conocer y la actualidad social de la gente que nos rodea y estas aplicaciones nunca han estado exentas de ser protagonistas de la propagación de los bulos o incluso de protagonizarlos.

Como todo, esta propagación depende de lo que se quiera creer y se quiera fomentar, muy atrás quedan ya aquellos famosos mensajes “cadena” de Whatsapp, los cuales te obligaban a enviárselos a 10 contactos de tus chats o por lo pronto Whatsapp borraría tu cuenta en menos de 2 meses. Pero sin embargo, sigue siendo uno de los principales medios para propulsar las fake news, ya que tras ver el falso reporte en el determinado medio que sea, las personas pasan a comentarlas o incluso pasar el enlace mediante esta vía, sembrando un fuerte terreno de desinformación.