Nuevos soportes y medios

Una evolución tecnológica con constantes aplicaciones

Soportes y medios: introducción

Hoy en día contamos con una variedad tal de productos, de plataformas, y sistemas de creación multimedia que a la hora de abordar las características técnicas bajo las que se operan, esta cuestión, por sí sola, nos ocuparía más allá de lo que parece razonable para el marco de esta asignatura. 

Por ello, en este tema trabajaremos una revisión genérica sobre cuáles son las herramientas de producción que permiten la construcción de textos multimedia y, aún más importante, conocer qué aportan, y cómo lo hacen, en el proceso de realización de un producto multimedia periodístico. El conocimiento sobre ambas cuestiones es, sin duda, imprescindible para el ejercicio profesional, no tanto porque vaya a ser una necesidad la aplicación directa del mismo, sino porque se trabajará en un contexto en el que el manejo mínimo de estos conceptos, en la relación con otros profesionales del ámbito técnico, facilitará notablemente los procesos laborales y el alcance de los resultados deseados.

Para abordar este epígrafe, es importante que recuperes algunos de los conceptos tratados en la asignatura de “Nuevas Tecnologías y Sociedad de la Información”, especialmente por lo que se refiere a la evolución completa de los medios electrónicos y su impacto en la construcción del periodismo digital. Nosotros nos centraremos aquí, por su oportunidad en esta materia, exclusivamente en los últimos pasos de este recorrido.

 

El escenario de medios actual

Como han definido autores como Cebrián Herreros (2001, 2003) Franquet (2002) o Peñafiel y López Vidales (2002) vivimos inmersos en una nueva “sociedad multimedia” que pone el acento más allá de la información, y se fija en una multiplicación “concentrada” de medios. En este nuevo modelo social se borran ciertas fronteras, en especial las espaciales. Las innovaciones en las redes de comunicaciones que hemos vivido en los últimos 10 años han fomentado la ubicuidad de los medios, han cambiado sustancialmente los modelos de producción y consumo de información. Sin embargo, a pesar de esta aparente y absoluta extensión, no debemos olvidar que siguen existiendo barreras y desigualdades en el acceso a la información como, por ejemplo las sociales, las idiomáticas o las culturales.

Ante el incremento de la competencia y del acelerado cambio en el que nos encontramos, muchas empresas informativas han respondido con grandes uniones y la conformación de corporaciones aún más grandes. Así, de la anterior multiplicidad de empresas audiovisuales y de la información hemos pasado a un panorama en el cual una serie de nuevos y grandes complejos corporativos dominan el mundo de la comunicación. En paralelo, la proliferación de medios sociales ha configurado una multiplicidad de voces, de fuentes de información inusitadas que han ido ganando terreno en la atención de las audiencias. Nos encontramos, por tanto, ante una oferta muy diversificada de contenidos y de multiplicación de canales que atienden a una “larga cola” de nichos de consumo informativo cada vez más amplia.

La sociedad multimedia cuenta con un factor primordial, sin el cual es difícil de entender: la convergencia. Todos los medios y servicios tienden a converger para asegurar su supervivencia. Todos los medios de comunicación de masas se han tenido que adaptar este nuevo entorno para crear nuevos medios de llegar a los usuarios (nuevos medios de difusión) Estos cambios se han de establecer a todos los niveles: empresarial, económico, de producción, de comercialización, de programación y de organización. Y en su mayoría, han sido posibles gracias al fenómeno de la digitalización.

Así, Cebrián Herreros señalaba:

La información multimedia es la integración de sistemas expresivos escritos, sonoros, visuales, gráficos y audiovisuales en su sentido pleno; el multimedia acoge el sistema audiovisual y añade otros elementos específicos como la interactividad, navegación e hipertextualidad e hipermedialidad. Es también la integración de los diversos sistemas y soportes en un soporte o red única con capacidad para congregar todos los medios tradicionales en sentido pleno, es decir, el multimedia incorpora e interrelaciona la prensa, la fotografía, el cine, la radio, la televisión y el vídeo, así como todos los derivados de éstos. Es, además, integración de sistemas expresivos y de medios para generar otro sistema expresivo propio y un nuevo medio que va más allá de la suma o yuxtaposición de los anteriores. El multimedia acoge, incluso, una dimensión mayor al referirse también a la integración de varias empresas productoras o difusoras en una unidad superior que es la que establece los objetivos, la organización y convergencia de toso los medios para diseñar estrategias tendentes a un mayor rendimiento por la sinergias que establecen entre unos medios y otros. (2005, p. 17 y sucs.)

Pero este fenómeno va mucho más allá y año tras año, mes tras mes, vamos asistiendo a una dinámica actualización y reconfiguración de su incidencia en el campo de la comunicación y, de forma señalada, en el del Periodismo digital. Así, Jeff Jarvis, profesor de periodismo y bloguero de referencia (BuzzMachine) resume la nueva lógica organizativa y comercial de la producción y distribución ciberperiodística del modo siguiente: “Haz lo que mejor sabes hacer y enlaza lo demás” (Elola, 2010), y establece la necesidad de que los grandes grupos de comunicación se reorganicen adecuadamente para dar satisfacción a las nuevas necesidades de información que solicitan los usuarios en la Red.

En España es visible el hecho de que no se está llevando a cabo aún esa innovación de contenidos de los medios tradicionales a un ritmo tan avanzado como cabría esperarse (sobre todo si no se quiere perder a los espectadores, principalmente a las audiencias más jóvenes, cuya dieta mediática está, de forma cada vez más evidente, en las plataformas de internet (YouTube, Twitch…)  y las redes sociales (Instagram, Tik Tok..)

Como muestra el último informe elaborado por DataReportal, Hootsuite y We Are Social, en el último año la audiencia de redes sociales en España se ha incrementado un 31%, llegando a los 29 millones de usuarios. Además, el tiempo dedicado ha aumentado hasta las dos horas y 22 minutos, así como el número de perfiles que los usuarios tienen en estas redes, que llega a 8,8 de media.

Fuente: Digital 2021 Global Overview Report (January 2021) v03 by DataReportal at https://www.slideshare.net/DataReportal/digital-2021-global-overview-report-january-2021-v03. License by owner of copyright.

En los últimos años también se ha producido el nacimiento de multitud de medios de comunicación exclusivamente digitales con unas dimensiones y pretensiones mucho más modestas. Una de las causas puede estar en el incremento de las cifras de desempleo entre los periodistas, por lo que deciden optar por el autoempleo, en muchos casos a través de cooperativas. Esto es posible gracias a la reducción de costes que supone la creación de un medio de comunicación digital en comparación con uno de los denominados tradicionales (periódico, radio o televisión). Aunque esta ventaja no sirve de nada si, como afirma el profesor de la universidad, Carlos III Borja Ventura, al final se ofrecen los mismos contenidos que el resto de medios. Según este periodista, hay que olvidarse de “contar lo que todos y salir a la calle a contar cosas que solo tú puedas contar“.

En otros casos, el nacimiento de estos nuevos medios de comunicación exclusivamente digitales nacen con otras pretensiones y persiguen otros fines. Lo explica muy bien el catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid, Carlos Elías, en un prólogo titulado “Los diletantes como meros periodistas”, que se puede encontrar en el volumen de Cuadernos Artesanos de Latina con el título de “Viejo periodismo, nuevos periodistas”.

Carlos Elías, argumenta lo siguiente:

En España, por ejemplo, muchos prejubilados de TVE u otros medios tienen su blog informativo e, incluso, han fundado periódicos digitales que apenas dan dinero, pero les otorgan poder y los mantienen visibles. Blogs como los de Isabel Paz, prejubilada de TVE, o webs como diariocritico.com de Fernando Jáuregui, periodistadigital.com de Alfonso Rojo, o elplural.com de Enric Sopena, se mantienen porque sus autores pueden trabajar gratis porque no viven de ello, sino de su pensión o de sus indemnizaciones cuando dejaron los medios tradicionales, o de ambas. Reunen una mezcla imbatible: un gran oficio, producto de su gran experiencia en el periodismo tradicional, y la vida resuelta desde el punto de vista económico. Imposible competir. En el otro extremo, están esos “niños bien”, que por ser ricos no tienen por qué ser tontos. Es más, algunos son muy brillantes, que ven en el trabajo gratuito como periodistas una forma de realización personal o/y de reconocimiento social. Solo así se entiende que aguanten años trabajando de forma gratuita en los medios.

El actual escenario de medios en España se caracteriza, según Álvarez-Monzoncillo, Haro y López-Villanueva (2016), por:

  • Ajuste obligado para adaptarse a la Gran Recesión y a una tecnología disruptiva como Internet.
  • Caída de los ingresos publicitarios y de las subvenciones públicas, más una bajada de ventas y suscripciones.
  • Replanteamiento de las estrategias expansivas (verticales y horizontales) realizadas a principios del siglo XX gracias a los años de bonanza, las promesas de Internet y el fácil acceso a los mercados financieros internacionales a intereses bajos por debajo de la inflación.
  • Los consumidores han podido acceder más fácilmente y a un menor precio a los contenidos a través de la red y con multitud de dispositivos.
  • La mala situación económica de los medios clásicos (provocada, sobre todo, por su alto endeudamiento) no permite afrontar los nuevos retos que exige el cambio mientras que las nuevas empresas digitales subsisten bajo una elevada precariedad económica.

La situación provocada por la pandemia de la COVID-19 ha supuesto un nuevo revulsivo también para el sector de la información. Como señala Andreu Casero-Ripollés (2020) se trata de un impacto ambivalente, con efectos positivos y negativos.

Entre los positivos destaca:

  • Un notable incremento del consumo de noticias, especialmente en televisión, convirtiendo la información periodística en un elemento clave, de recuperación de su valor social.
  • Impulso de nuevos formatos y productos informativos, especialmente mediante infografías o boletines informativos.
  • Aceleración de la transformación digital de los medios, potenciando modelos de trabajo en red y la flexibilidad de las redacciones.
  • Aumento de las suscripciones digitales, lo que contribuye a aumentar las líneas de retorno económicas.

Entre los negativos:

  • Fuerte reducción de la inversión publicitaria debido a la recesión económica que ha provocado.
  • Aumento de los despidos de periodistas, o deterioro de sus condiciones laborales.
  • Aumento de los mecanismos de control de la información y del trabajo de los periodistas desde las estructuras políticas.
  • Incremento sin precedente de las noticias falsas o la desinformación general.
Internet, un espacio en constante transformación

Internet, un espacio en constante transformación

Según Raymond Kuzweil,la evolución de Internet puede resumirse en:

  1. Web 1.0 – Personas conectándose a la Web y la Web como punto de información estática.
  2. Web 2.0 – Personas conectándose a personas, la inteligencia colectiva como centro de información y la Web es sintáctica.
  3. Web 3.0 – Aplicaciones Web conectándose a aplicaciones Web, las personas siguen siendo el centro de la información y la Web es semántica.
  4. Web 4.0 – Personas conectándose con Personas y aplicaciones Web de forma ubicua, se añaden tecnologías como la Inteligencia Artificial, la Voz como vehículo de intercomunicación para formar una Web Total.

No solo vivimos entre pantallas, las habitamos. Las pantallas nos rodean facilitando un consumo individualizado de información caracterizado por:

  • Internet más masivo y rápido, pero más segmentado y personalizado.
  • Mayor uso de formatos más interactivos
  • Consumo creciente de recursos audiovisuales y multimedia interactivos a través de dispositivos de movilidad.
  • Un sistema web más personal y social (consumer-generated content, microblogs,…).

En 2007, Fumero, Roca y Encinar ya señalaban cuáles son algunas de las claves de esta evolución y que han modificado los usos de los internautas hacia nuevas costumbres y hábitos en una segunda versión de la Web:

  • Por una parte, su “elasticidad sociotécnica”, es decir, la agilidad, facilidad, experiencia de uso simplificada, o inmediatez que asociamos al nuevo modelo de la Red.
  • De otra, el carácter social que se manifiesta en el fenómeno creciente de la constitución de redes sociales, de la aparición y consolidación de consorcios de sujetos con intereses y expectativas comunes.
  • Por último, la colectivización de la creatividad y de la gestión compartida del conocimiento; la nueva web abre ventanas a una frenética actividad de creación participada, en cierta medida se convierte en una academia digital que erige textos por yuxtaposición, a veces por pura sedimentación (Nielsen, en Fernández: 2007), es cierto, pero que alumbra, sin ningún género de duda, una manera distinta de concebir tanto los procesos de construcción como de gestión de la información (vg. conceptos como folksonomías, etiquetado social, etc.)

Podríamos resumir, de alguna forma, esta nueva perspectiva a partir de los siguientes principios:

  • Deberás hacerla sencilla. Popularización de herramientas de publicación y edición
  • Deberás hacerla potente. Evolución y desarrollo de nuevas tecnologías, lenguajes y servicios web
  • Deberás hacerla rápida. Mejora de las redes de comunicación y acceso a la Red
  • No renunciarás a tus orígenes. Desarrollo Underground, P2P, Open Source, CopyLeft, Activismo ético, Nativos digitales…
  • Consolidarás la Sociedad de la Información. Y te proyectarás hacia una Sociedad del Conocimiento

El Internet actual se caracteriza por:

  • Su carácter semántico, término acuñado por Tim Berners-Lee, en el que el marcado semántico de los elementos publicados permite un creciente tratamiento por parte de sistemas automáticos. Esto permite un tratamiento “más inteligente” por parte del ordenador. Ante la disparidad de formatos y microformatos en la red, se ha desarrollado la tecnología SPARQL que favorece la integración e interoperabilidad de los datos (lo que también se conoce como “Data Web”).
  • Gestión avanzada de la inteligencia artificial, que permite desarrollar sistemas adaptativos y gestionar dinámica y automáticamente numerosos procesos. Las técnicas de inteligencia artificial imitan la manera de razonar del ser humano mediante codificación lógica y agentes expertos.
  • Modelos de interfaz interactivos e inmersivos, con una posición cada vez más hegemónica de los dispositivos móviles.
  • La transformación de la red en una gigantesca base de datos interconectada.

Personalización de contenidos y servicios

Otro aspecto clave de este modelo es la personalización de contenidos basada en perfilado de usuario que influye decisivamente en la entrega de contenido.

Numerosas empresas y servicios web, buscadores como Google, incorporan tecnología de rastreo y análisis de comportamiento de los usuarios para generar perfiles, genéricos o detallados (en función de si el usuario está registrado o no) para ofrecer resultados personalizados. Por ejemplo, ante la misma búsqueda realizada por dos usuarios diferentes, Google ofrece resultados adaptados a cada uno de ellos. Según las páginas de ayuda de Google, se basa para ello en dos parámetros: si el usuario está conectado a su cuenta personal de Google, el buscador utilizará como referencia el historial web de esta; si el usuario no está conectado a su cuenta o no dispone de ninguna, Google se guiará por las cookies que todo navegador guarda durante un tiempo determinado cuando se utiliza un buscador web. La personalización se ofrece por defecto. Si el usuario quiere desactivarla, en el primer caso deberá borrar su historial web y, en el segundo, activar una opción dentro del buscador para inhabilitar la personalización. Esta funcionalidad implica una reducción del espectro de búsqueda del usuario. Aparte de las implicaciones que esto tiene para el propio usuario, esta funcionalidad podría reducir la importancia de los esfuerzos que realizan las webs para la optimización de su posicionamiento en buscadores (Search Engine Optimization o SEO).

El uso de algoritmos avanzados para la personalización de contenidos, basados en el uso de sistemas de Inteligencia Artificial, permite a las empresas ofrecer un contenido que se adecúe mejor a los intereses y gustos de los usuarios, pero también genera dudas razonables sobre la invasión a la privacidad o la creación de burbujas informativas en las que los usuarios acaban consumiendo solo aquello que reconfirma sus posiciones previas sobre cualquier asunto.

Pero esta tecnología, que hasta hace relativamente poco tiempo solo estaba al alcance de grandes compañías, ha comenzado también a estar a disposición de pequeñas empresas o usuarios que pueden crear sus propios sistemas.

Internet de las cosas

Uno de los ámbitos en los que el desarrollo de internet está teniendo y tendrá más repercusión en el futuro inmediato es el conocido como internet de las cosas.

El internet de las cosas (IoT) permite la interconexión de cualquier dispositivo u objeto cotidiano de forma que sea capaz de ser controlado y ofrecer información en tiempo real y de forma remota a través de internet.

Cada objeto dispone de un identificador exclusivo y de sistemas de recepción y emisión de datos, lo que permite que el objeto pueda dar información sobre sí mismo (por ejemplo, una batería dar datos sobre su carga), o sobre su entorno (una nevera puede ofrecer información sobre cuánta fruta tiene aún) y ser manejado en remoto (por ejemplo, controlar el riego de una plantación en distancia).

Como recoge Wikipedia, aunque fue Bill Joy quien estableció en 1999 el concepto básico de IoT, a través de la relación entre dispositivos y agentes automáticos (D2D, Device to Device) no sería hasta una década después, en 2009, cuando Kevin Ashton realizaría la que considera como la declaración sobre el internet de las cosas en el diario RFID.

Los ordenador actuales—y, por tanto, Internet—son prácticamente dependientes de los seres humanos para recabar información. Una mayoría de los casi 50 petabytes(un petabyte son 1,024 terabytes) de datos disponibles en Internet fueron inicialmente creados por humanos—a base de teclear, presionar un botón, tomar una imagen digital o escanear un código de barras. Los diagramas convencionales de Internet … dejan fuera a los routers más importantes de todos, las personas. El problema es que las personas tienen tiempo, atención y precisión limitadas —lo que significa que no son muy buenos a la hora de conseguir información sobre cosas en el mundo real. Y eso es un gran obstáculo. Somos cuerpos físicos, al igual que el medio que nos rodea … No podemos comer bits, ni quemarlos para resguardarnos del frío, ni meterlos en tanques de gas. Las ideas y la información son importantes, pero las cosas cotidianas tienen mucho más valor. Aunque, la tecnología de la información actual es tan dependiente de los datos escritos por personas que nuestros ordenadores saben más sobre ideas que sobre cosas. Si tuviéramos ordenadores que supieran todo lo que tuvieran que saber sobre las “cosas”, mediante el uso de datos que ellos mismos pudieran recoger sin nuestra ayuda, nosotros podríamos monitorizar, contar y localizar todo a nuestro alrededor, de esta manera se reducirían increíblemente gastos, pérdidas y costes. Sabríamos cuando reemplazar, reparar o recuperar lo que fuera, así como conocer si su funcionamiento estuviera siendo correcto. El Internet de las Cosas tiene el potencial para cambiar el mundo tal y como hizo la revolución digital hace unas décadas. Tal vez incluso hasta más.

En el ámbito de la comunicación, las aplicaciones del internet de las cosas comienzan a ofrecer un campo extraordinario de desarrollo. Así, por ejemplo el periodismo de sensores, o el uso de drones ofrecen una alternativa de recogida autónoma de datos por parte de los periodistas en el desarrollo de investigaciones en distintos campos como el medioambiental, etc.

En el vídeo «History of the Internet» podrás ver un documental sobre la evolución de internet

Fuente: History of the Internet by Picolsigns at https://www.youtube.com/watch?v=9hIQjrMHTv4&t=1s. License by owner of copyright.

Internet, un espacio en constante transformación

La era del User Generated content

Antonio Fumero y Genís Roca establecieron en su reconocido libro Web 2.0 algunos de los principios que han impulsado la web en los últimos años. Esa web social y compartida pero también más “líquida”, en constante evolución, y con una indudable dimensión marketiniana, pero en el que la participación se ha convertido en un elemento clave no solo para el consumo de información, sino también para su producción.

Los usuarios son una parte fundamental en la elaboración de contenido. Están ahí, en todas partes, y con dispositivos tecnológicamente poderosos para captar fotos, vídeos, registrar un corte de audio y lanzar todo ese contenido a nivel mundial a través de las redes sociales, foros, etc.

Esto ha cambiado la forma en la que consumimos información, pues dedicamos una parte importante de nuestra atención al contenido que proveen nuestros círculos cercanos (personales, laborales…), a aquellas personas de referencia (influencers) que seguimos en las redes sociales, o a los sistemas de recomendación que, como hemos visto, basándose en nuestros gustos y comportamientos, seleccionan por nosotros (hacen un curado automático) la información que puede ser más relevante.

En este escenario, el papel de los medios convencionales es muy complejo, y una parte de este nuevo flujo ha comenzado a ser utilizado por los propios medios, como se detalla en este informe de Kadia Tubman elaborado para el Reuters Institute.

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